Los Hijos del Diablo

Luis Gonzalez

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De Cara al Templo, La Creación, El Cetro de Hierro, La Violencia del Reino de Dios, Subida al Cerro del Tepeyac...

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EL FUEGO DE ELÍAS. En un sueño del fundador de los crucíferos, fue conducido por un templo antiguo en el centro de México. En su interior fue llevado al pie de un monumento al lado izquierdo del altar principal dedicado a Cristo Rey. En el monumento estaba el profeta Elías y en sus pies ardiendo el fuego de Elías. Se dijo al fundador: "debes cuidar y propagar este fuego", y se le entregó el fuego. cruciferos@gmail.com

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"LA CRUZ DE CRISTO. En un sueño, el fundador de los Cruciferos fue conducido por un edificio con inumerables iglesias de distintos ritos, y en todas ellas se celebraba la Eucaristía. Los sacerdotes eran de diversos tiempos y con diversos ornamentos, lo mismo que los fieles; pobres y ricos. Otros confesaban y otros estaban ricamente vestidos. Algunos pecaban. Luego fue conducido por la derecha, a una explanada inmensa con piso de piedra donde yacía Cristo crucificado, sangrante y totalmente desnudo, tirado a todo lo ancho y largo, inmenso, con pies y brazos extendidos sobre una inmensa cruz de madera. Se movía. En la cabecera una iglesia blanca, majestuosa que era un altar. Arriba el cielo. Se le dijo: esta es mi iglesia".

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GUERRA SIN CUARTEL. "En un sueño, el fundador de los Crucíferos, fue conducido por muchos rincones de la tierra hacia unas catacumbas donde había una iglesia casi derruida y antiquísima, donde unos sacerdotes concelebraban y el sacrificio era de un cordero inmaculado, tras de lo cual comulgaban con las formas sagradas y se le dio la comunión. Luego fue llevado a un corredor que desembocaba a una arena como la romana, al centro. A su alrededor, en lugar de gradas, miles de nichos pequeños y grandes, recientes y antiquísimos, en cuyo interior se veían horribles monstruos, engendros y demonios de todos tamaños y formas, como petrificados. A su llegada, se empezaron a mover y a caer de todos ellos la piedra en lajas, pues sabían que había llegado la hora de la lucha. Tienes que luchar con todos ellos, se le dijo. Sintió que el peso de la empresa agobió su ser, pero se le dijo que con Cristo y María, vencería".

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